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El método más eficaz para relajar la mandíbula, eliminar molestias y mejorar el descanso
El tratamiento del bruxismo con toxina botulínica se ha convertido en una de las soluciones más efectivas para quienes aprietan o rechinan los dientes. Gracias a su acción directa sobre el músculo masetero, reduce la tensión mandibular, disminuye el dolor y protege la salud dental. Además, mejora la calidad del sueño desde las primeras semanas.
En primer lugar, actúa directamente sobre la causa del problema: el exceso de fuerza y tensión en los maseteros. Como consecuencia:
Se reduce el dolor mandibular y cervical
Disminuye el desgaste dental
Se alivian cefaleas y migrañas por tensión
Mejora el descanso nocturno
Evita la hipertrofia del masetero
Estiliza ligeramente el óvalo facial
Todo ello sin alterar la función masticatoria.
La toxina se inyecta en puntos estratégicos del músculo masetero. A partir de ahí, este se relaja parcialmente, disminuyendo la fuerza involuntaria de la mandíbula. Por lo tanto, el organismo deja de rechinar y apretar con la misma intensidad.
Los efectos comienzan a notarse a los pocos días y alcanzan su punto máximo alrededor de la tercera semana.
Generalmente, los resultados se mantienen entre 4 y 6 meses. No obstante, con tratamientos regulares, la tensión disminuye de forma progresiva, lo que reduce la frecuencia de las crisis de bruxismo.
Este tratamiento está indicado para personas que presentan:
Bruxismo nocturno o diurno
Dolor mandibular crónico
Desgaste dental
Tensiones que generan migrañas
Maseteros hipertrofiados
Sensación de carga o rigidez al despertar
En todos estos casos, la toxina botulínica ofrece una mejora rápida y notable.
En LeClinics aplicamos este procedimiento con un enfoque médico personalizado. Por eso, nuestros especialistas valoran la fuerza de tus maseteros, tu patrón de bruxismo y tus síntomas para ajustar la dosis de forma precisa. De este modo, conseguimos un equilibrio perfecto entre relajación muscular, eficacia terapéutica y naturalidad facial.
El procedimiento dura entre 10 y 15 minutos, no requiere anestesia y permite retomar la actividad de inmediato.
Si buscas una solución eficaz, segura y rápida para aliviar el bruxismo, este tratamiento es una de las alternativas mejor valoradas por pacientes y especialistas.
Pide tu valoración y recupera el bienestar mandibular.